Si te gusta echar un vistazo en las boutiques de moda o te apetece disfrutar de una pausa gastronómica tras un paseo lleno de cultura, entonces no te arrepentirás de ir al Châtelain y a la rue du Bailli, a los que es muy fácil llegar en tranvía desde el centro de Bruselas.
¡Y también cuenta con varios de los espacios verdes del centro de la ciudad! Entre ellos, el parque Tenbosch, con sus innumerables bancos para los enamorados... y su parque infantil XXL; el Bosque de la Cambre, a dos pasos; y el parque Faider, lugar imprescindible para jugar a la petanca en familia o con amigos.
También nos gusta por su lado más trendy, sus concept stores, sus tesoros Art Nouveau, sus galerías de arte contemporáneo y, por supuesto, sus bares y restaurantes de moda.